Ni en pedo me compraría un disco de ellos. Sin embargo, hay que reconocer que son una banda que le dio una vuelta de tuerca al pop. Sus melodías no están mal para el género y saben manejar la cuestión electrónica – tan de moda hoy. Pero lo que se ganó mi simpatía es la estética que logran a través de su música y sus videos: el amaneramiento de la voz del cantante; el hecho de que se compartan los roles protagónicos con una mujer; esos videos multicolores – que no se porqué me hacen recordar al cine de Almodóvar- ; esa especie de kitsch que logran, esa ironía que los aleja de toda solemnidad y demuestra el sentido del humor de la banda (me acuerdo la imagen de las enfermeras haciendo una coreografía con esas chatas de hospital en el video “Don”)
“Son todos putos” diría un seguidor de Iorio; y a mi me causaría gracia porque “puto” no me parece una palabra para nada ofensiva, habla peor del que insulta del que es insultado.
Mariano
Payaso de las palabras
