sábado, 26 de febrero de 2011

Lisandro Aristimuño




Lindas canciones, maravillosa voz, manejo de las tecnologías al servicio de su estilo. A mí me había gustado su último disco “Crónicas del viento”. También se había subido al escenario de Jorge Drexler a cantar “Te para tres” en honor a Cerati (ver video). Fui a verlo hace poco. Fuimos con mi hermano, su esposa y mi hermoso sobrino (que fue un show aparte)
Lisandro Aristimuño es de esos tipos que pueden fusionar géneros sin caer en el mal gusto o en el excesivo virtuosismo. De esta manera tiene algo de nuestro buen folklore, nuestro excelente rock y pop, la música electrónica, arreglos de cuerdas (dos cellos y un violin).
Aunque sean diferentes, es un poco lo de Drexler: hace honor a los ritmos de la cultura en que nació, pero no como práctica conservadora, haciendo un tipo de nacionalismo mezquino y cuadrado, sino para traer las raíces a la actualidad y rejuvenecerlas. Respeta un linaje, una identidad. Por eso puede cantar en ingles y ser argentino y universal a la vez, legítimamente. Por eso puede cantar una copla y recordarnos a los Beatles o a Radiohead. Su música es algo nuevo pero que entabla un diálogo con nuestra historia musical, con parte de aquello que merece ser rescatado del olvido, traído al presente y tratado con la sensibilidad, los gustos y valores éticos y estéticos del presente. Una tarea delicada.
Como dice un tema de Lisandro “es todo lo que tengo… y todo lo que hay”



Mariano

Payaso de las palabras
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