jueves, 14 de julio de 2011
La Palabra de Fito Paez
Le hubiera sido cómodo y conveniente mantener silencio, pero se la jugó. Sus palabras no valen por ser veraces, sino por ser osadas, honestas, valientes. De manera que talvez con desatino, con apasionada parcialidad, con provocadora incorrección política, con equivocaciones, pero sin especulaciones, sin prudentes eufemismos ni tibiezas, con una bella y bestial franqueza, habló Fito y de esta manera expone su “cuerpo” al huracán de las discusiones. Se pone a la altura del conflicto; interpelando a todos, para incomodidad de los hipócritas, desnudando las mezquindades de los más privilegiados, poniendo al descubierto complicidades con lo injusto, arremetiendo contra el pensamiento pobre y berreta que apoya ciertas opciones, cuestionando el avance de la frivolidad y la estupidez, obligándonos a reflexionar, a esgrimir argumentos, a tomar partido, a salir de la pereza mental cotidiana.
Vos ¿te sentís aludido cuando Fito describe con desprecio a ese grupo innoble y mezquino de los porteños? ¿no te jode un poquito?
Mariano
Payaso de las palabras
miércoles, 13 de julio de 2011
La gira de Amnesty Internacional
Para los desmemoriados o los más jóvenes que no lo vivieron.
A final de los ochenta del siglo pasado, cuando todavía había dictaduras en Latinoamerica como la de Pinochet en Chile (no estoy ignorando a la actual Honduras), algunos buenos músicos de rock se unieron a una gira de recitales organizada por Amnesty Internacional. Estuvieron en Argentina. Cantaron pidiendo por los derechos humanos, subían a las Madres a sus escenarios, pedían la liberación de presos políticos como Mandela; en definitiva asumieron una posición moral y política. Acaso esto ayudó a "contagiar" las mentes de muchos seguidores.
No se trata de que como cholulos precisáramos que Sting u otro extranjero viniera a "bendecirnos" (absténganse los cínicos). En cambio, valoro que tipos tan grosos, que no estaban obligados a hacerlo, tuvieran la sensibilidad, la capacidad creativa, la nobleza de apoyar nuestras luchas e inspirarse en ellas como lo hicieron.
Muchas de aquellas esperanzas se hicieron realidad en la historia de algunos países.
A mi me gustaban como artistas, su música me gusta por que es buena (con esto alcanzaría); además me inclino a creer que aquella cruzada de Amnesty contribuyó significativamente a la histórica batalla cultural a favor de los derechos humanos y la democracia. Creo que esos recitales pueden ayudar a cambiar las cosas a la par de las acciones diplomáticas y la de los movimientos sociales..
Por eso creo que aquellos recitales merecen rescatarse del olvido. Ojalá las bandas de ahora sigan idénticos pasos.
Mariano
Payaso de las palabras
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