jueves, 14 de julio de 2011
La Palabra de Fito Paez
Le hubiera sido cómodo y conveniente mantener silencio, pero se la jugó. Sus palabras no valen por ser veraces, sino por ser osadas, honestas, valientes. De manera que talvez con desatino, con apasionada parcialidad, con provocadora incorrección política, con equivocaciones, pero sin especulaciones, sin prudentes eufemismos ni tibiezas, con una bella y bestial franqueza, habló Fito y de esta manera expone su “cuerpo” al huracán de las discusiones. Se pone a la altura del conflicto; interpelando a todos, para incomodidad de los hipócritas, desnudando las mezquindades de los más privilegiados, poniendo al descubierto complicidades con lo injusto, arremetiendo contra el pensamiento pobre y berreta que apoya ciertas opciones, cuestionando el avance de la frivolidad y la estupidez, obligándonos a reflexionar, a esgrimir argumentos, a tomar partido, a salir de la pereza mental cotidiana.
Vos ¿te sentís aludido cuando Fito describe con desprecio a ese grupo innoble y mezquino de los porteños? ¿no te jode un poquito?
Mariano
Payaso de las palabras