sábado, 9 de enero de 2010

Traviatabosnialafortina. Las huellas de lo bueno


Fueron, para mi gusto, la mejor banda platense – y de las mejores del pais- durante los noventa. Tenían composiciones, arreglos y músicos muy buenos. Eran originales; tenían sentido del humor; fueron pioneros en la utilización de la computadora como herramienta de la riqueza creativa (no como fuente de ritmos y efectos estandarizados). Una vez, el bajista y líder de la banda, Mario Gimenez, fue a un recital de mi banda de fines de los noventa (un trío de rock que se inspiraba en Hendrix, Manal e Invisible), se me acercó y me dijo que estaba bueno lo que hacíamos y me recomendó que no abusáramos con eso de hablarle al público. Años después tuve el privilegio de compartir escenarios con el baterista de la Traviata, un ser maravilloso y talentoso: el “negro” Veiga. Sacaron dos discos: “Obertura Ortiz” y “Grapa Polaca”.
Me acuerdo que cuando tocaban eran poderosos, cómicos, originales. Algunos pensaban que estaban inspirados en Zappa, pero ellos decían que habían sido más influenciados por los Beatles – supongo que se referirían a la última etapa de los cuatro de Liverpool, la más experimental.
Recuerdo que llegaron a hacer una gira por la costa oeste de EEUU. Una aventura independiente.
Ignoro porqué no salieron del under. Injusticias del mercado, ya que, por ejemplo, eran mejores que los Peligrosos Gorriones.
Tuvieron, sin embargo, prestigio. Se cuenta que a sus recitales iban músicos que estudiaban en Bellas Artes que trataban de descifrar las complejidades rítmicas de algunos de los temas.
Hace un tiempo que se separaron. Pero les cuento que ahora Gimenez y Gonzalo (guitarrista) vuelven al ataque con una nueva banda: “Rana Toro”. Se de buena fuente que son buenos. Hoy sábado tocan en “Pura Vida” (8 y 61) a medianoche. No se lo pierdan.


Mariano

Payaso de las palabras