domingo, 26 de septiembre de 2010

Algo bueno está pasando



Como este blog tiene seguidores de otros países, siento la responsabilidad de contarles a ellos algo bueno que está pasando en la Argentina. Se trata de un fenómeno que es fundamental para la democracia. ¿Acaso para mejorar nuestras democracias? Me refiero a que aquí se está empezando a discutir y pensar el rol de las corporaciones mediáticas en la sociedad. Algunos programas y periodistas se han animado a reflexionar críticamente al respecto. Algunos se animan, con notable osadía y honestidad intelectual, a cuestionar que eso que llamamos "realidad", el discurso de los medios masivos, esté en manos de unos pocos propietarios con fuertes intereses. Se señala el papel condicionante que tienen los oligopolios mediáticos (capaces de decidir lo qué es pertinente discutir, imponer las palabras que han de usarse, señalar a los actores que están "autorizados" para intervenir en las discusiones. O directamente presionar, amenazar y hacer lobby) sobre las autoridades democráticas. Se pone en cuestión la posibilidad de que el periodismo sea "ecuánime" o "neutral". Se postula que tomar partido y manifestar el punto de vista desde el cual hablan los periodistas, es más honesto y permite crear una audiencia menos ingenua, más reflexiva.
En la esfera legislativa, se llegó a aprobar una Ley de Medios Audiovisuales, que tiende a democratizar el espacio mediático: dando la voz a muchos sectores de la sociedad (movimientos sociales, minorías,etc) que, menos poderosos, hasta el momento no tienen la posibilidad de hacerse escuchar.

¿Qué es la libertad de expresión? ¿Acaso no es sospechoso que los organismos "abanderados" de dicha libertad representen a las empresas mediáticas más ricas y poderosas? ¿Que libertad tienen los sectores excluídos? ¿Hay libertad si sólo pueden hablar los más ricos?


Hoy quizás se esté dando en el terreno de los medios la batalla más importante de las últimas décadas.
Lo ideal (como han pensado otros mejor que yo), sería que se pudieran escuchar la mayor cantidad de puntos de vista y que la capacidad de conocer cómo se elaboran los discursos mediáticos y los intereses que están en juego, se extienda a la mayor cantidad de gente; que no seamos espectadores pasivos e ingenuos; y por lo tanto, mejoremos como ciudadanos. Por ahora, me gusta ver que los medios a veces se piensen a sí mismos

Quizás debamos conformarnos, en el mediano plazo, con un mayor espacio para diversos sectores sociales que hasta ahora eran marginados por los medios, más voces, mayor pluralismo, verdadero pluralismo, mejor democracia. No es poco ¿No?

Este enriquecimiento del debate público es algo que se da en mi país y me enorgullece ser un pequeño puente para que se sepa en otros lados.

¿Y el rock?
¿Alguna vez te pusiste a pensar la cantidad de bandas que, aunque fueran buenas, permanecen desconocidas u olvidadas porque no tuvieron la "bendición" de los multimedios?






Mariano

Payaso de las palabras