jueves, 23 de diciembre de 2010

No lea, vea Tinelli

En una pared de mi ciudad hay una cosigna escrita con aerosol “No lea, vea Tinelli”. Es evidente la intención humorística de la frase. Ya que leer representa el acceso al conocimiento y la cultura, Mientras que Tinelli es el opio de gran parte del pueblo argentino. La frase recurre al absurdo para provocarnos. Sería tonto pensar que quien la escribió quería que a través de una interpretación literal, se contribuyera a defender el programa de Tinelli.
Sin embargo, un amigo me dijo en una ocasión algo sensato y comprensivo “¿Qué tiene de malo que alguien que vuelve cansado de laburar todo el día se ponga a ver Tinelli para entretenerse?”
Esta opinión hizo que yo pusiera en cuestión mi anti-tinellismo militante. Sentí que había sido soberbio ¿Qué pretendía yo antes? ¿Qué las masas llegaran de laburar y se pusieran a leer Habermas?
Como si esto fuera poco, fui más allá en mis pensamientos: “No pocas veces el conocimiento nos hace infelices” “hay cosas que lamento haber aprendido” “ era más feliz con mi ingenuidad ” y lo relacioné con una frase que decía un profesor de la facu “Pensar puede ser peligroso” (Doy fe de que lo es)
De todos modos sigo sin soportar el programa de Tinelli ni dos segundos, por motivos que no tengo ganas de declarar ahora. Por suerte vuelve El Gran Hermano

Mariano
Payaso delas palabras