sábado, 4 de junio de 2011

Sobredosis de TV




¿Alguien recuerda la serie “Max Headroom”? No recuerdo si era buena. Se trataba de una ficción ambientada en el futuro. Un mundo donde el poder político estaba en manos de las cadenas de televisión… y… como dice el Indio Solari (alguien que fue adelantado en el cuestionamiento a los medios)“El futuro llegó hace rato”
Por si algún lector de otro país no está enterado, le cuento que en Argentina está ocurriendo algo muy sano para la sociedad. Determinados periodistas, intelectuales, políticos y personas de los medios se han atrevido a llevar a la agenda de la discusión pública el rol que las mega-corporaciones mediáticas tienen en nuestra sociedad. La discusión es vital y central, porque, entre otras cosas, desde los medios hegemónicos se construye (digo bien: se construye, se crea artificiosamente) eso que muchos irreflexivamente consideran “la realidad” (nada menos) ¿Se preguntaron alguna vez qué es “la realidad”?
En el terreno de los medios se está dando una batalla importantísima. Una batalla sin balas, con palabras e imágenes. Una pelea por el sentido.
Estos temas, hasta no hace mucho tiempo, sólo se trataban en ciertos círculos académicos. Ahora se ha extendido a mucha gente, que tiene la posibilidad de desarrollar una visión menos ingenua (más crítica) sobre los discursos mediáticos.

Aquí se ha legislado una Ley de Medios, que busca democratizar el acceso a esa esfera de discusión pública. Permitir que se oigan más voces, más puntos de vista, genuino pluralismo, respeto por la diferencia. La Ley establece límites a la concentración de las empresas mediáticas. Por eso es muy resistida.

Quienes piensen que los cambios que se impulsan (desde el gobieno y algunos movimientos sociales) en nuestro país son tibios y superficiales, no es capaz de ver lo que significa enfrentarse a las corporaciones mediáticas, con el poder que tienen y los intereses que defienden.
Yo no soy quién para tratar el tema con profundidad. Pero ojalá que esta discusión se exporte a otros países, porque tengo la intuición (una mera intuición) de que en ella se abre un camino para mejorar las democracias.


Mariano

Payaso de las palabras