martes, 28 de octubre de 2008

Luca, te prefiero vivo Parte 1

Luca Prodan recorrió una senda típicamente roquera. Fue uno de esos personajes que de vez en cuando, resaltan en la escena del rock, hacen un quilombo, enfrentan las normas hasta sus últimas consecuencias, crean cosas maravillosas y mueren jóvenes. La pregunta es ¿Qué mató a Luca? ¿Sus adicciones?¿ O el hecho de haberse enfrentado a muchísimas hipocresías de su epoca?¿ El cabó su propia tumba con su primer inyección de heroína en Londres? ¿Caminaba hacia su perdición con cada trago de alcohol o raya de merca ya en Argentina? ¿O era su obsesión por ser “autentico”, por ser consecuente con su discurso que desdeñaba toda estrategia acomodaticia dentro del ámbito roquero lo que determino su destino? Hablo de toda transa del rock con el sistema de la fama y el dinero que él evitaba y repudiaba manifiestamente ¿Era un rebelde con una “causa” que podria sintetizarse en la frase “el rock debe ser inconformista, pasional, drogón, antihipócrita; una forma de expresión de la libertad hasta sus limites”.
La sociedad es un caos, pero dentro de ese caos existen un entramado de instituciones que a la vez que permiten cierta libertad, la constriñen. Las instituciones son códigos de conducta, reglas, prácticas, limites que determinan senderos posibles y lugares prohibidos. Determinan “normalidades” que te incluyen al todo y “desviaciones de conducta” que tienen una fuerza centripeta, una logica excluyente que empuja a quienes violan ciertos códigos hacia la locura, la cárcel, la pobreza, la muerte, etc. Ahora, ¿cómo el hijo de una familia privilegiada europea, educado en el colegio más exclusivo de europa, termina su vida perdido por las adicciones habiendo enfrentado un tanto quijotescamente las normas de un pais del tercer mundo con su discurso y su banda de rock? Me imagino por un lado que actuó la lógica de las adicciones, con el cuerpo deseando sosiego, euforia, etc. Lógica que reina en la subcultura del rock donde consumir drogas o alcohol es una conducta instituida, que goza de aceptación entre sus miembros. Pero por otro lado estaba el personaje que Luca debió (o eligió) asumir como lider de una banda que ascendía en éxito. Todas esas declaraciones a los medios donde Luca dejaba todo de sí, sin pelos en la lengua, se tiraba contra otros roqueros, contra los mercaderes del negocio del rock, contaba su pasado, se admitía un alcohólico, admitía su nostalgia hacia la heroína, provocaba a su publico, etc. Son todas conductas que pueden ser coherentes con una forma de manifestarse “autentico” y de ganar, como sucedió, el prestigio que lo convirtió en héroe roquero para una juventud que salía de la oscuridad y el temor de una dictadura y (quizas) precisaba referentes que simbolizaran la libertad naciente. Pero esta misma entrega de Luca a una idea libertaria del rock, que lo llevaba a ser “incorrecto”, “bardero”, provocador, adicto, la pagaba Luca con el cuerpo. El cuerpo de Luca debía enfrentar los medios ( dijo alguien una vez que son entes que tienen el poder de jugar con tu estado de animo), asumir la responsabilidad de compositor (de jugar con el sentido en las letras y “desnudarse” en ellas; de componer canciones que resistan una mínima prueba de talento), resistir las performances agitadas en los escenarios.

Dafunchio dijo en una declaración sentirse con la conciencia tranquila de haber hecho todo para evitar el camino de Luca hacia la muerte. Pero ¿acaso la sobrevivencia de Luca no exhigía detener a Sumo? Dejar a Luca que descanse (como él fantaseaba) en alguna provincia, alejada de la furia de la Capital y de las exigencias de la vida roquera? ¿ acaso Sumo no se estaba llevando la vida de Luca? ¿Porqué el rock produce esos mártires:Hendrix, Joplin, Morrison, Cobain, etc…? Porqué veneramos y canonizamos el naufragio de las vidas de esos artistas. ¿Acaso no son “naufragos”, tristes victimas, más que los héroes en que los convertimos póstumamente. ¿Fueron poderosos individuos que se enfrentaron al sistema estos muertos del rock o representan la incapacidad de mantener la energía vital una vez que la industria cultural los pone en una situación de vida vertiginosa?

¿Acaso el rock, como manera de plantarse ante la existencia, tiene a la muerte prematura como un fenómeno instituido y valorado positivamente? Los ex integrantes de Sumo siguieron su vida y todos tuvieron éxito. Si laúltima pregunta resultara verdadera se podría decir que la muerte de Luca es uno de los elementos que explican su éxito, todos se habrían "beneficiado" de la muerte de Luca (excepto, quizás, el caso de Petinatto que hizo una carrera fuera del rock). En el rock tener un mártir parece ser un haber, un capital simbolico, una fuente de legitimidad. Lejos estoy de culpar a al resto de sumo por la muerte de Luca, o de negarle merito a los sobrevivientes. Por ejemplo amo Divididos. Son sólo conjeturas que ayudan a reflexionar. Alguna vez Luca declaró que la educación privilegiada a la que accedió te convierte o en una marioneta o en un loco, y él se encuadraba en esta segunda categoría. Tambien dijo que hacer rock era una forma de locura, de la que se salvaban los “profesionales” . Sabemos que la locura sólo es reivindicada por algunos discursos “romanticos” y por aquellos que defienden los derechos de los "locos". La locura, se trata de una condición que reviste cierta belleza poetica. Pero en realidad la sociedad de los “cuerdos” (las mayorías) margina, estigmatiza y castiga a esa minoría de personas que “pierden la razón” o simplemente son ubicados por el discurso médico (hegemonico) en alguna categoría de insanía mental: esquizofrénicos, paranoicos, bipolares, etc. Luca contaba que sus problemas originados en su renuencia a hacer el servicio militar en Italia, después de carcel, terminaron en una especie de “despojamiento de ciudadanía” en manos de un médico que lo declaró enfermo mental: Luca no podría votar ni ocupar cargos en el estado italiano. Un poco su condición lo dejaba "sin Patria" . Quizás podemos ubicar en mecanismos como éste el que colocan a una persona en una senda de desprecio de la sociedad, sus instituciones, sus reglas. Posición en la que Luca parecía encontrarse siempre. Su Italia de origen lo declaraba demente, en el Reino Unido de su educación estaba la heroína (camino rápido a la muerte), la Argentina le había dado amigos y un sentido a su vida por la vía del rock (subcultura que admite y hasta promueve los excesos), carecía de un hogar en algun lado que pudiera cobijarlo. Andaba por ahí alternando los valores y la conducta de un bohemio alcohólico con la actividad de estrella de rock. Hemos de canonizarlo por haber seguido caminos autodestructivos "quizas" en pos de la “autenticidad”? ¿O debieramos sentir pena por él? Esto último requeriría un cambio en los cánones roqueros. Significaría exigirle al rock que sea fuente de sentido para la vida y no para la muerte. Exigiría que admiremos a los que, aún habiendo asumido la rebeldía del rock, siguen vivos y tocando. Que sufrir y morirse joven sea (como creo que lo es) una desgracia aberrante, no un camino a la “gloria”.
En algún momento, Luca eligió (o fue empujado a) un camino que lo ponía a contrapelo de la sociedad. El precio de ser “autentico” en esa senda parece ser la muerte prematura. Quizas lo sabía. En la canción “heroína” declaraba:”now I´m loving this suicide world”. Sabia íntimamente que su camino era suicida. Quizás se dejó morir en esa gloria roquera que le daba a su muerte “un sentido”(si acaso esto es posible). Espero que su legado no sea las conductas autodestructivas. Porque además, lo “autentico” de Luca no eran los excesos. Cualquier salame comete excesos. Luca era un tipo inteligente, culto, amante de la lectura, de la musica, creativo, que quería a sus amigos, etc. Terminemos con el culto al reviente y quedémonos con éste último Luca, el que quizas hubiera preferido seguir viviendo, el que tal vez amaba la vida.


Mariano
El Clown de las Palabras