sábado, 24 de abril de 2010

Drexler



Jorge no hace rock…ok. Su obra se ganó mi respeto y admiración porque es un cantautor que puede llegar a mucho público con buen gusto, inteligencia y creatividad; sin caer en merzadas tipo Arjona.
Es un músico capaz de hacer cosas nuevas respetando el legado de la rica música Uruguaya. Puede utilizar la electrónica y todos los recursos de la tecnología de hoy. Sin embargo, parece un músico que es capaz de honrar la herencia de Zitarrosa (por ejemplo). La tecnología no le impone nada, permanece en carácter de herramienta.
Tiene muchas canciones que parecen aspirar a una “perfección”, donde la música y las letras se ajustan a reglas de armonía, rimas y métricas, respetando leyes y cánones, pero sin caer en lugares comunes.
Sus letras, a veces, sugieren una visión del mundo a través de metáforas y frases inteligentes “El mundo está como está por causas de las certezas/ la guerra y la vanidad comen en la misma mesa”
Su voz no cae en estridencias. Canta lo justo, como con cierta modestia, como pidiendo permiso. Toca con destreza la guitarra.
Yo lo descubrí mucho antes de que ganara el oscar por su canción “al otro lado del rio” de la peli “diarios de motocicleta”. Puedo decir que no me acerqué a él por moda.

Si el rock nos impidiera ampliar nuestra sensibilidad hacia otras expresiones musicales, sería un dogma castrador. El rock nació para abrir la mente.


Mariano

Payaso de las palabras