domingo, 11 de octubre de 2009

Idolos muertos


El rock está lleno de mártires que murieron jóvenes y se volvieron leyenda, objeto de adoración para sus seguidores.

Yo creo que está bien respetar a los muertos, pero me permito hacer una objeción al fenómeno de los mártires del rock: morirse no tiene ningún mérito (menos, morirse por excesos, lo que está al alcance de cualquier gil). Si me gustan Luca, Morrison, Hendrix, Joplin, Cobain, etc, es por eso que hicieron mientras vivían, no por esa fantasía que generaron a partir de sus muertes -acompañada a veces de un culto por el reviente tipo “que maestro Luca, como chupaba ginebra”.

Propongo dirigir la mirada hacia los otros, hacia los que supieron y saben vivir. Mis ídolos están vivos: Spinetta, Paez, Robert Plant, Mick Jagger, Mollo, etc. Mantenerse con vida sí que es digno de admiración. Requiere aguante, creatividad, inteligencia, fuerza.

Todo bien si tenés la remera de Luca o de Morrison… pero es una gilada pensar que hay algo valioso en perder la vida por el rock.


Mariano

Payaso de las palabras