lunes, 26 de octubre de 2009

la droga y el rock




Hay una corriente bienpensante dentro de los analistas del rock que cuando aparece el problema de las drogas y el rock, defienden a los artistas diciendo cosas como que el problema es de la sociedad, que los músicos son humanos y tienen defectos; y que en definitiva que un roquero se drogue no influye en la eventual conducta de su seguidor que en todo caso es víctima de un contexto social del que busca "escapar".
Los factores sociales que estos analistas esgrimen son válidos y ciertos. Pero el fenómeno de imitar a un ídolo es poderoso: si Calamaro invita a fumarse un porrito, los miles que lo siguen van a encontrar sentido, curiosidad, motivo, para consumir marihuana. Si la renga canta “Marihuana, marihuana… Cocaína cocaína” miles de inocentes seguidores se verán tentados a consumir como suponen que lo hacen sus héroes. La influencia de los ídolos puede tener consecuencias peores aún: “Se suicidó Cobain…¡qué copado suicidarse!” Hay que tener mucha personalidad para no dejarse influenciar; y los más pibes apenas están construyendo su personalidad.

La subcultura del rock tiene una etiqueta despectiva para quien no consume: careta. El careta tiende a ser excluido. Alrededor del consumo se generan grupos de pertenencia (la que genera la complicidad) y rituales. El compartir un porro es como tomar mate entre algunos roqueros. Los códigos alrededor del consumo son ricos en palabras, reglas, simbolos, etc.

Nunca pensé las drogas en términos morales. Las substancias no son buenas ni malas en sí, pero te pueden cagar la vida. Sobretodo por que lo que se trafica y se vende puede ser un producto adulterado con cualquier cosa: merca cortada con veneno de ratas, pastillas cuyos componentes no se conocen, etc. Si se sabe que las tabacaleras aumentan los componentes adictivos del cigarrillo, imaginate…
Los músicos de rock no tienen porqué ser un ejemplo de vida sana.
(Muchos de ellos desmintieron esa fuente de creatividad que proporcionarían los alucinógenos, que aclaremos que no son drogas adictivas, pero así como te pueden brindar la experiencia de una percepción de las cosas original, te pueden joder el bocho)

Este blog está a favor de la legalización, reglamentación de la producción y comercio de drogas. De este modo alguien que consuma cocaína, sabría que lo que toma es un producto de calidad, libre de venenos y quizás menos adictiva, un médico podría recetarle y controlar su uso o abuso.
Si las “drogas ilicitas” dejaran de circular clandestinamente, tal vez se terminaría con las mafias, las muertes que causa el narcotráfico, etc. También se podría grabar el comercio con un impuesto que destine fondos a la prevención y rehabilitación. No es idea mía, muchos lo proponen.
Ahora ¿Quién tendrá las bolas de desarmar el negocio de las drogas, cuya rentabilidad se basa en la penalización? ¿O Cuándo la lucha contra las mismas justifican intervenciones militares de EE UU en países productores?
Además ¿Quién enfrentaría la demonización que gran parte de la opinion pública hace de las drogas?

El tema da para mucho más…opinen.


Mariano

Payaso que no tira la primera piedra